Acaba la semana y también he podido enlazar tres días saliendo a correr. Diferentes sensaciones en los tres días, dependiendo principalmente de la superficie donde pude realizar dichos entrenos. Así, el primer día salí a correr por el parque Romano, donde mis rodillas agradecen mucho la amortiguación que da la poca tierra que queda ya allí. Siempre es un placer poder correr en el parque y acabar estirando y haciendo una seria de dominadas en la barra que hay. El segundo día me fui a correr, sin ganas, al paseo de la playa de Las Canteras. El asfalto duro y demoledor del paseo machaca de manera inmesericorde mis rodillas y mis abductores, con lo que una vez llegue a casa, me acordé de nuevo de que tengo que desterrar de mis entrenamientos el paseo. Para compensar, me fui el sábado muy temprano a la bahía de El Confital, donde apenas había gente corriendo y pude contemplar como el día se abría paso a través de las nubes, que ya empiezan a recordarnos que la panza de burro se acerca.
Así que finalmente, tres salidas esta semana y seguimos llenando el depósito para Tejeda, donde tendremos que hacer frente a 21 kms de pura montaña...
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