viernes, 10 de octubre de 2014

Soy leyenda...

Cuenta una antigua leyenda que yo pude haber sido futbolista profesional…pero es una leyenda…
Me inicié en el fútbol federado con 11 años. Empecé de portero, demarcación que creo que nunca tuve que abandonar. Pero coincidí un año con dos muy buenos porteros y vi que iba a jugar poco (la verdad es que no confié en mi mucho…) y pasé a jugar de defensa central. En mi época de cadete compartía el centro de la defensa del Chipiona FC con Jose Luis Rico Jurado, que posteriormente me dejó solo mientras él ser embarcaba en las divisiones inferiores del Sevilla FC.
Del Chipiona y gracias al trabajo de mi padre tuve la suerte de defender los colores del Club Deportivo Segorbe, en la provincia de Castellón. Allí hice dos muy buenos años, llegando incluso a llamar la atención de los ojeadores del Club Deportivo Castellón, que en aquellos años campaba por la primera división del futbol español. Pero el día que fueron a verme los dos encargados de la cantera me salió el peor partido del año…Creo que el que nuestro entrenador nos avisara de que estaban allí aquellos dos señores nos puso nerviosos a más de uno en el equipo…Y perdí la oportunidad de jugar junto a Gaizka Mendieta
Tras perder  aquella oportunidad pensé que no podría  volver a tener una parecida. Pero de nuevo, el trabajo de mi padre nos llevó esta vez a Utrera, donde compartí vestuario con enormes futbolistas  como Marcos Marquez, Juan Antonio Santaella o Lauren. En aquella temporada, el CD Utrera era filial del Sevilla FC e incluso entrenábamos en la ciudad deportiva del Sevilla FC. Oportunidad inmejorable para intentar ser futbolista profesional, que perdí por mi falta de fuerza de voluntad y creer más en mí…
Y así, pasados muchos años, cerré mi faceta futbolera en Las Palmas de Gran Canaria, como portero, haciendo cuatro años muy buenos en fútbol aficionado…Que sabe nadie si hubiese seguido de portero y hubiese confiado más en mi como portero…igual sería leyenda…

Y también hay una leyenda que dice que soy incapaz de salir a correr tres días en la misma semana…pero eso ha dejado de ser leyenda ya. Esta semana he podido completar tres salidas de running con dos de gym. Y además he conseguido encontrar eso que llaman ritmo, algo de lo que oigo mucho pero nunca experimento…Parece que empiezo a coger de nuevo una buena onda y la verdad es que el cuerpo lo nota. Encima, he conseguido por fin poner en armonía la alimentación sana junto al entrenamiento, dejando a un lado la bollería, el chocolate y las cervecitas…Y se nota, vaya si se nota. En definitiva, seguimos acumulando kilómetros, sensaciones y buenas vibraciones… come on¡¡¡¡¡

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