Ni una ni dos...TRES han sido las semanas de paro absoluto sin poder salir a correr un ratillo. Entre las agujetas de la media maratón y la mudanza, no he tenido tiempo de ná... Si es cierto que he tenido varios intentos de salir, pero cuando no era el cansancio acumulado y excesivo de la mudanza, era la meteorología o si no, el sueño que me vencía en una lucha sin igual... Total que tres semanas sin poder disfrutar de salir a despejar mi cabeza mientras sumo kilómetros en las piernas mientras "intento" entrenar para la Transvulcania.
Así que hoy, en un horario fuera del habitual en mí, a las seis de la tarde, me he dado un "garbeo" de 8 kms por el parque romano, intentado recuperar sensaciones en las piernas. No ha estado tan mal como podría presuponer y al final me he ido a casa contento de soltar algo de tensión acumulada estos días. Hoy no era un día para mirar ritmos ni pulsaciones, si no para volver a sonreír después de correr. Una vez llegado a casa, mi sesión habitual de estiramientos y duchita recuperadora. Espero que sea el re-inicio de volver al hábito de entrenar con más o menos asiduidad...
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