jueves, 22 de mayo de 2014

Reflexiones Post Transvulcanicas

Pasados ya unos días de la carrera en La Palma, era hora de poner en orden una serie de pensamientos que llevan rondando en mi cabeza desde hace unos días...
En Primer lugar, volver a agradecer la hospitalidad del pueblo Palmero. Sencillamente espectacular como te hacen sentir un superhombre, animándote, tanto los días antes como el mismo día de la carrera. De verdad que muchas gracias y no cambien nunca.
Igualmente recordar el clima de camaradería que reinaba en la carpa del corredor los días previos a la carrera, mientras recogíamos el dorsal. Un ambiente deportivo-festivo que no había vivido nunca. Se palpaba la emoción por correr en cada esquina. Fue muy fácil y rápido recoger la bolsa del corredor debido a la gran organización que tiene la prueba.
Un ambiente que se trasladó luego a la carrera donde vas conociendo gentes e intercambiando impresiones y palabras de animo. Recuerdo la historia de una chica de Estonia, que el mismo viernes había tomado cuatro aviones para plantarse desde su país en La Palma y así poder participar en la carrera...sencillamente espectacular. Y dentro de la carrera, agradecer el espectáculo que brindaron los dos "mostruos" del Trail actual en una carrera épica. El gran favorita Kilian cayó a pies del obrero de oro Luis Alberto Hernando. Que carreron se marcaron los dos...flipante .
El tema del horario de salida me tiene con dos caras. por un lado, el madrugon que tuvimos que hacer para coger la guagua que nos llevase a la salida fue muy fuerte. Levantarte a las dos de la mañana, para tomar la guagua a las 3 y llegar a la salida a las 04,30, quedando alrededor de dos horas para el inicio fue duro, principalmente por el fuerte viento reinante y el frío que azotaba el Faro de Fuencaliente. El mal trago se fue pasando al ir encontrándote a conocidos y hacer unas risas con ellos antes de la carrera. Luego, una vez que llegas a meta sobre las 12 de la mañana, agradeces haber salido a esa hora tan temprana y asi poder disfrutar del esto del día, aparte de quitarte las horas mas fuertes de calor...Pero un chiringito con café en la salida no hubiese estado nada mal...ahí lo dejo a ver si la organización se hace eco...
La carrera para mi fue dura, principalmente todo el tema del picón, que esperaba que no estuviese tan suelto. Aunque esa dureza incrementa la belleza de la carrera. Los tiempos medios que yo tenía en mente se fueron al garete en la primera subida...así que ya veis. Lo que me quedó claro es que los bastones son mas que necesarios en este tipo de pruebas...la próxima vez correré con ellos. 
También me marché de la carrera con la impresión de que el entrenamiento que he ido siguiendo esta vez ha dado resultado. La pájara de todas las carreras que siempre me da en el km 18 amagó con hacer uso de presencia, pero paso de largo. Eso sí, las cinco semanas que perdí entre mudanzas y gripes me hubiesen venido muy bien para llegar mas fino a la carrera.
Y por ultimo, el saber que estaba mi familia en meta esperándome me dio alas en los últimos metros. Quería llegar los mas entero posible al final y cuando los vi a 100 metros de la meta y pude coger en brazos a mi hijo y entrar con él en meta, sencillamente los vellos los tenia como escarpias. No lo podré olvidar nunca.
Y ahora, tras haber probado el veneno de la Transvulcania, si quiero hacer algún día la Ultramaraton...buff, habrá que entrenar mucho pero yo quiero entrar en la avenida de Los LLanos y llegar a meta entre el fervor de la gente. 
Habrá que entrenar...y pondré todo lo que que pueda en hacerlo...Eso sí, 2016 es la meta, antes no...

No hay comentarios:

Publicar un comentario